En principio, se trata de una instalación común cuyo correcto funcionamiento debería ser verificado por la Comunidad de Propietarios. Aunque no contemos con el apoyo de la Comunidad, antes de judicializar nuestra reclamación debemos efectuar un análisis, contratando un laboratorio acústico que evalúe los niveles de inmisión sonoros de la instalación. Si los valores que…