A la hora de cerrar un contrato de compraventa (mal llamado muchas veces «de arras» o  «de señal») sobre un inmueble ganancial no debe omitirse la firma de uno de los cónyuges vendedores. Hacerlo supone una fuerte inseguridad jurídica pues la operación podría ser anulada por el cónyuge ausente y con certeza ningún notario va…